Páramo de Guerrero: poderoso santuario homenaje en Colombia

Por: Redacción CWG

El Páramo de Guerrero es un refugio de paz donde la naturaleza abraza la memoria de quienes partieron. En este lugar en Colombia, muchas familias han encontrado un espacio para rendir homenaje a sus seres queridos a través de la siembra de árboles. Este acto simboliza la continuidad de la vida y el legado eterno de quienes nos dejaron.

Un santuario en medio del Páramo de Guerrero, en Colombia

Ubicado en el municipio de Cogua, Cundinamarca, el Páramo de Guerrero se alza a 3.400 metros sobre el nivel del mar. Es un ecosistema frágil y vital para la regulación del agua y la biodiversidad. Sin embargo, en los últimos años, también se ha convertido en un sitio sagrado para quienes buscan un lugar de descanso para las cenizas de sus familiares.

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La pandemia de COVID-19 dejó una huella imborrable en millones de personas. Muchas familias no pudieron despedirse de manera tradicional de sus seres queridos debido a las restricciones sanitarias. Frente a esta situación, la reserva El Pajonal, ubicada dentro del Páramo de Guerrero, se convirtió en un espacio de resignificación del duelo ¿cómo? sembrando arboles en honor a los fallecidos, con sus cenizas en el mismo lugar.

Historias de amor y una nueva formad e honrar a los que ya no están: el Páramo de Guerrero

El caso de Carlos Zorrilla, quien en 2020 perdió a su abuela, seguida de su madre diez días después. Luego, fue a su abuelo tres meses mas tarde y, finalmente, a su mejor amigo diez días después. Ante la imposibilidad de realizar ceremonias fúnebres convencionales, decidió llevar sus cenizas a este lugar.

Otro caso es el de Carlos Danilo Gutiérrez quien vivió la pérdida irreparable de su madre en mayo de 2021. “Los primeros años fueron de mucha rabia con el COVID. Mi mamá era muy joven y me hacía mucha falta. Pero venir aquí me da tranquilidad“, comparte. Junto con su padre, decidió plantar árboles en su honor y colocar placas conmemorativas.

Jorge Eliécer Baracaldo, por su parte, ha convertido la visita al Páramo de Guerrero en una terapia espiritual tras la perdida de su madre, afirmando “Cada vez que venimos aquí es un reencuentro. Nos sentimos más cerca del cielo y de nuestros seres amados“.

En la búsqueda de un legado verde en el Páramo de Guerrero

El acto de sembrar un árbol en memoria de un ser querido no solo representa un homenaje simbólico, sino también un gesto de restauración ambiental. Los páramos son ecosistemas esenciales para la captación y regulación del agua. Lamentablemente, el Páramo de Guerrero ha sufrido deterioro debido a la actividad humana. La iniciativa de la reserva El Pajonal busca contribuir a su recuperación mientras brinda consuelo a las familias.

Según Jaime Ballesteros, director de promoción de la ONG encargada de la reserva, esta alternativa permitió a muchas familias cerrar su duelo de una manera especial. “En la pandemia, las personas ingresaban a un hospital y no volvían. No hubo despedidas en iglesias ni funerales tradicionales. Aquí encontraron un espacio para honrar su memoria”.

Llegar a este santuario natural requiere un viaje de aproximadamente dos horas desde Bogotá. Luego, una caminata de diez minutos por un sendero rodeado de pastizales conduce hasta el corazón de la reserva. En ese lugar, los familiares de los fallecidos cavan pequeños hoyos para depositar las cenizas y sembrar un árbol en su memoria.

Para todas estas personas, la experiencia de sembrar un árbol con cenizas, es sanadora. Nelson Sánchez decidió traer los restos de su padre a este espacio porque no se identificaba con los cementerios convencionales. “No sabíamos qué hacer con sus restos. Este lugar le ofrece un descanso en un ambiente que él hubiera amado”, expresa.

Un espacio de memoria y esperanza

Cinco años después del inicio de la pandemia, el Páramo de Guerrero se ha consolidado como un santuario de recuerdos. Con más de 700 personas homenajeadas a través de la siembra de árboles, este lugar demuestra que el amor y la memoria pueden florecer en la naturaleza.

Este homenaje verde no solo ofrece consuelo a las familias, sino que también fortalece la biodiversidad y la conservación del Páramo de Guerrero. En cada árbol crece un pedazo de historia, un testimonio de resiliencia y un legado que perdurará por generaciones.

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